Una Señal de Alarma en las Organizaciones
Por: Ilia Cordero, Coach Profesional
La pasión es el motor que impulsa a muchos individuos a dar lo mejor de sí mismos en cualquier actividad o proyecto que emprendan. Ya sea en el ámbito laboral, deportivo, artístico o académico, la pasión es el ingrediente que a menudo marca la diferencia entre un trabajo mediocre y uno extraordinario. Pero ¿qué ocurre cuando las voces más apasionadas de una organización se silencian? Tal vez has escuchado una frase muy certera que dice: “La mayor preocupación de cualquier organización debería ser cuando sus personas más apasionadas se callan”.
El valor de las voces
Las personas apasionadas son, a menudo, las más comprometidas con la misión y visión de una organización. Son quienes dedican horas extra, buscan soluciones innovadoras y no tienen miedo de defender sus ideas, incluso si estas van en contra de la corriente. Su entusiasmo es contagioso y puede inspirar a otros a seguir su ejemplo.
Sin embargo, su silencio puede ser indicativo de problemas subyacentes en la organización. Cuando alguien que habitualmente es una fuente de energía y creatividad se vuelve reservado o reticente, es una señal de que algo no va bien.
¿Por qué se silencian?
Hay múltiples razones por las que un empleado o líder apasionado puede decidir callarse. Puede ser que sienta que sus opiniones no son valoradas o que hay una falta de transparencia en la toma de decisiones. También puede ser resultado de la falta de oportunidades para el desarrollo profesional o de un ambiente de trabajo tóxico. Otra razón común es el miedo a las represalias. En organizaciones donde no se fomenta una cultura de feedback abierto y constructivo, los individuos pueden temer las consecuencias de expresar una opinión divergente.
¿Cómo pueden las organizaciones responder ante esta alarma?
La clave está en la escucha activa. Los líderes y gerentes deben estar atentos a los cambios en el comportamiento de sus equipos y buscar activamente “feedback”. Esto no solo implica escuchar, sino también actuar en consecuencia.
Además, fomentar una cultura de transparencia y apertura es esencial. Esto significa reconocer y valorar las opiniones de su gente, ofrecer oportunidades de desarrollo profesional y asegurarse de que todos los miembros del equipo se sientan valorados y respetados.
¿Cuál es el Rol del Coach?
Un coach profesional puede ser el catalizador que una organización necesita para reconectar con estos profesionales. Mediante técnicas de escucha activa, un coach puede identificar las barreras que han llevado a los individuos a silenciarse y trabajar junto a ellos para superarlas. Además, puede facilitar la comunicación entre los empleados y la dirección, ayudando a ambas partes a entender y valorar las perspectivas del otro. A través de sesiones estructuradas individualizadas y un enfoque en el desarrollo personal y profesional, éste puede empoderar a las personas para que recuperen su voz, su pasión y su compromiso con la organización. En definitiva, el apoyo de un coach puede ser el puente que restaure la confianza, el entusiasmo y la innovación en el núcleo de un equipo verdaderamente exitoso.